Extracto de una carta a un amigo...
Efectivamente la luna ayer era un regalo, siempre me he preguntado, sobretodo cuando he estado en el extranjero, si la luna que tu ves colgada del cielo es la misma que veo yo, por definición se que sí, si acaso la veremos en caras distintas, pero me refiero a la fotografía que en ese momento posa la luna, y muchas veces lo he pensado, sobretodo cuando estuve en Austin que me costó tanto la distancia, me aferraba a un pensamiento... Aún nos queda la luna. Quiero pensar que ayer funcionó así. La luna une. Mi luna era inmensa, blanca total con un manto amarillo cristalino, ambar, brillante, en un cielo gris que no negro. Cuando salí de la casa y empecé a manejar me la encontré cómo se encuentran a veces las cosas, escondida, mientras manejaba la tenía a mano derecha y aparecía por décimas de segundos como jugando conmigo ... después paré el coche para hacerte una llamada, la tenía de frente y cuando colgamos me quedé ahí a hacerme un baño de luna.
8 comentarios:
Sabes, Té...
Sinceramente me gustan más bañarme con atardeceres que con lunas con cara de queso.
Un beso.
Yerbabuena, que bueno que lo dices así... y que bueno que crucemos coordenadas en los atardeceres.
Buen día, un beso.
Por supuesto que la luna une, especialmente cuando al mirarla uno piensa en el otro... ¿qué mejor conexión que la del recuerdo?.
Dónde estás Té
Té... por qué no hablas?
Eso digo yo.
Té
Bito y yo queremos saber cuándo dirás algo
Y en especial yo quisiera saber si estás bien
Perdón. Sólo me distraje un poco. Por cierto, ayer fue mi cumple!!!!!!! Mismo que apenas y celebré por estár de viaje de trabajo. Y ahora mismo sigo trabajando, si, a la 1:29 de la madrugada....
Gracias por estar... siempre... y perdón otra vez.
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